15 mejores cosas que hacer en Le Mans (Francia)

«Le Mans» significa carrera: las veneradas 24 Horas de Le Mans siguen con fuerza casi un siglo después de su primera carrera.

Los aficionados a los deportes de motor pueden presentar sus respetos a la pista e incluso conducir partes mientras el recorrido transcurre por la vía pública.

A continuación, véase el auténtico tesoro del patrimonio de las carreras en el museo del circuito.

Sin embargo, Le Mans es mucho más que una pista de carreras y vale la pena tu tiempo aunque no te gusten los coches.

Los reyes nacieron en Le Mans, la esposa de Ricardo Corazón de León, Berengaria de Navarra, vivió y murió, y la Cité Plantagenêt es todo un barrio de auténticas casas medievales que no han tocado el tiempo.

En las noches de verano, el espectáculo de luces Nuit des Chimères ilumina el viejo Le Mans con proyecciones caprichosas, explicando la historia de la ciudad de una manera que hará las delicias de niños y adultos por igual.

Exploramos las mejores cosas que hacer en Le Mans:

1. Cité Plantagenet

Le Mans está orgulloso de su conexión con la Casa de Plantagenêt, que gobernó Inglaterra durante más de 300 años, y en 2003 adoptó el nombre de su barrio antiguo.

Aproximadamente siguiendo el contorno de las murallas gallo-romanas, la Cité Plantagenêt tiene muchas calles rodeadas de antiguas casas románticas con entradas de madera y palacios renacentistas con paredes elegantemente cortadas.

Recoja un guía en la oficina de turismo y tómese su tiempo para asegurarse de que no se pierda ninguna sorpresa.

Además, intente programar su viaje a Le Mans para uno de los días del patrimonio de la ciudad, cuando muchas de estas mansiones privadas abren sus puertas al público para echar un vistazo gratuito alrededor.

2. Catedral de Le Mans

Paseando por el casco antiguo, la catedral se acerca sigilosamente cuando entras en la Place du Cardinal Grente y es menos ornamentada que muchas del norte de Francia, pero no menos magnífica.

Lo que más llama la atención en el exterior es la sucesión de contrafuertes volantes que rodean el ábside, que mejor se admiran desde la plaza de los hugonotes.

También existe una curiosidad extraña en el ángulo suroeste del edificio: un menhir de la edad de piedra se colocó aquí en la década de 1770 y muchos siglos de meteorización le han dado extraños contornos en capas.

En su interior hay maquetas que muestran la evolución de este edificio, que data del año 500 y que tomó la forma actual en los siglos XIII y XIV.

Observa los capiteles románicos de la nave y la abundancia de vidrieras originales.

3. La Nuit des Chimeres

Traducido por ‘Noche de sueños’, de martes a sábado durante el verano, los siete monumentos principales de Le Mans son el lienzo para muestras de luz artísticas.

Estas caprichosas proyecciones tienen temas históricos que coinciden con sus metas; En la catedral se encuentran frescos de estilo gótico con caballeros, signos del zodiaco, ángeles y bestias legendarias.

En la Maison de la Reine Bérengère, la esposa de Ricardo Corazón de León, Berengaria de Navarra, es representada como una Dama Blanca fantasmal.

Mientras que las paredes galo-romanas se iluminan con imágenes que vería en un mosaico romano, con monstruos de la mitología y constructores y arquitectos que construyen el antiguo Vindunum.

4. Murallas gallo-romanas

Hay una impresionante franja de 500 metros de las murallas del siglo III de Le Mans entre la catedral y la Sarthe.

Éste es un lado del que antes fue un rectángulo colosal que protegía la ciudad en líneas rígidas con 26 torres.

Acércate para ver el bonito patrón geométrico moldeado con capas alternas de piedra arenisca, piedra caliza blanca, ladrillo rojo y mortero rosa pálido.

Otro motivo para ver mejor es ver cómo los escombros de monumentos anteriores se han reutilizado en las paredes y se pueden observar trozos de columnas y frontones en la trama de esta estructura.

5. Circuito desde 24 Heures

Es probable que no pueda decir el nombre «Le Mans» sin seguirlo con «24 Hours». Y eso te explica lo famoso que se ha hecho el evento desde que comenzó en 1923. Las 24 Horas de Le Mans son la carrera de motor más antigua que todavía se ejecuta y sigue siendo una de las pruebas más importantes de habilidad y resistencia para un conductor y un vehículo, como el coche. está a toda velocidad durante el 85% de la carrera.

El circuito es un sitio de peregrinación para los aficionados al motor y una pieza destacada del patrimonio moderno para todos los demás.

Algunos tramos de la pista se utilizan como vía pública durante gran parte del año, mientras que la carrera en sí se realiza normalmente un fin de semana a mediados de junio.

6. Musée desde 24 Heures du Mans

Sólo una carrera tan legendaria como las 24 Horas de Le Mans es digna de su propio museo.

Sin duda, las gasolineras aprovecharán al máximo la atracción, pero la mayoría de la gente apreciará la maquinaria que se reúne.

De los 120 vehículos expuestos, 40 son coches de carreras que compitieron en el evento.

El museo también cuenta la historia de cómo fue la carrera y presenta algunas de las figuras memorables de su historia.

Además de los muchos vehículos de la competición, verá el coche de seguridad oficial de Audi, gasolineras de época, coches antiguos de los primeros tiempos del automóvil y gafas y vestidos de carreras de los antiguos campeones.

7. Casas históricas

Con la ayuda de la oficina de turismo, hay todo un inventario de casas antiguas preciosas para probar de su lista mientras pasea.

El impresionante Maison de Adam et Ève en el número 69 de Grande-Rue se dice mal porque el relevo renacentista que hay sobre la puerta en realidad muestra a Ariadna y Baco en lugar de Adam y Eva.

El gran Hôtel de Vignolles en la plaza Saint-Pierre, con su techo muy inclinado, data de 1549 y habría sobresalido como un pulgar dolorido en Le Mans en ese momento por su diseño claramente parisino.

Por último, la Maison de la Tourelle del siglo XVI, escondida detrás de la catedral, recibe el nombre de la bonita torreta que sobresale de un rincón de la casa y tiene unos bonitos frontones y una chimenea almenada.

8. Delicias locales

Le Mans es una ciudad carnívora seria con una reputación por la calidad de su carne que se remonta a la Edad Media.

Esto es cierto para la carne de cerdo y ternera, pero sobre todo para las aves de corral como los capones y las pintadas, y en la mayoría de platos se preparan con patatas y setas, que también son abundantes en el campo de Sarthe.

Pero la delicadeza que más viene a la mente cuando la gente piensa en Le Mans es Rillettes.

Se trata de carne de cerdo picada y salada cocinada muy lentamente en grasa hasta diez horas hasta que se convierta en una empanada lo suficientemente suave como para untarse en las varillas.

Las rillettas se venden en botes de vidrio y también se presentan en variedades de pato, pollo y pescado.

9. Abadía del Epau

Uno de los monasterios cistercienses más bellos de Francia se encuentra en las afueras de Le Mans y data de 1229, fundado por la reina Berengaria.

Moriría allí un año más tarde y está enterrada en el monasterio, aunque no está clara la ubicación exacta de sus restos, aunque su gisante (efigie de la tumba) es fácil de encontrar.

Mientras pasea por esta tranquila abadía, permanezca atentos a las florituras históricas como los bonitos arcos de la fachada sur, la tracería en la roseta, los frescos del siglo XIV y la puerta del refectorio del siglo XIII.

10. Musée De Tessé

El Museo de Bellas Artes de Le Mans en el antiguo palacio episcopal brilla por su tesoro de arqueología egipcia antigua.

Fueron donados al museo por el explorador de principios del siglo XIX Édouard de Montulé y están formados por unas 125 piezas que se remontan a 6.000 años.

La exposición más destacada es el sarcófago dorado del sacerdote Nakhmontou de la dinastía XVII, hace 3.500 años.

Las galerías de arte ofrecen un buen resumen de la evolución del arte europeo, desde italianos de la Alta Edad Media como Bartolomeo Bulgarini hasta el paisajista del siglo XIX Camille Corot, que influyó en los impresionistas.

11. Maison de la Reine Bérengère

Si recordáis La Nuit des Chimères, la reina Berengaria se representaba como un fantasma junto a estas tres casas con entramado de madera del siglo XV.

Bien, la historia dice que murió en un edificio que había antes, aunque es poco probable que sea cierto.

Los edificios que ves ahora se han mantenido muy bien y el número 9 tiene esculturas del Ángel Gabriel y la Virgen María y arabescos italianos en la fachada.

Vaya a un museo que recoge los oficios históricos de Le Mans, como el primo y el tejido, y expone pinturas y fotografías de la ciudad del siglo XIX.

En el último piso hay un excéntrico caché de acabados antiguos (adornos que antiguamente coronaban las azoteas de las casas de la ciudad).

12. Arcos de la naturaleza

A sólo diez minutos del corazón de Le Mans, te encuentras en un parque natural gestionado por la ciudad que mide más de 450 hectáreas.

Es difícil imaginar una mejor manera de informar a las mentes jóvenes sobre nuestra relación con la naturaleza y la agricultura.

Los caminos entre bosques de pinos, castaños y robles te llevan a varios atractivos como la Maison del Eau, que enseña sobre temas como el tratamiento del agua y dispone de un acuario con especies regionales de agua dulce como la trucha , la dorada y la espinilla.

Luego está la Maison de la Prairie con sus colmenas de vidrio para mostraros las abejas trabajando y todos los animales de granja de Sarthe.

A continuación, en medio del bosque, se encuentra La Maison de la Forêt, con grandes recintos para la fauna regional como ciervos, jabalíes, perdices y faisanes.

13. Museu Vert

Como ocurre a menudo, el museo de historia natural de Le Mans tiene sus raíces en las curiosidades de la alta sociedad del siglo XVIII.

La Revolución pronto abrió las cosas a todos, y un precursor del Musée Vert, con muchos de los ejemplares actuales, se inauguró en 1799. Son 400.000 artículos en total, de geología, botánica, paleontología y zoología.

Sin duda, aquí en los primeros días había muchas de las 100.000 conchas, algunas de las cuales pertenecen a moluscos que desde entonces han desaparecido.

El departamento de petrolología acoge meteoritos recogidos en los siglos XVIII y XIX, y las salas de paleontología están cargadas de fósiles de la época mesozoica, hace entre 252 y 66 millones de años.

14. Spaycific’Zoo

Le Mans tiene mucho que entretener a los turistas más jóvenes y se puede pasar un día divertido en el zoo cercano con más de 600 animales.

El exotario del parque le mantendrá a pocos centímetros de animales tropicales escalofriantes como serpientes, crustáceos, ranas, lagartijas, arañas e insectos.

Hay una zona australiana donde los wallabies y los dingos tienen mucho espacio para vagar.

Pero la estrella del espectáculo de esta sección son los Kea, los grandes loros alpinos de Nueva Zelanda, conocidos en el zoo por sus fechorías.

El Aviari Africà es el segundo mayor del país, con 12 metros de altura, y uno de los únicos lugares donde las cigüeñas marabú pueden volar en cautividad (tienen una envergadura de tres metros).

15. Parque del Papa

Y finalmente, para los menores de diez años existe un pequeño parque temático donde pasar medio día.

Para los bebés existen zonas de escalada seguras, castillos hinchables, carruseles y un zoológico.

A continuación, hay una variedad de montañas rusas, un barco de columpio, un canal de troncos y diversas atracciones de feria emocionantes como el ciclón y el Apache para los niños mayores.

Hay restaurantes y quioscos alrededor del parque, incluida una crepería, y muchos bosques sombríos y césped verde para hacer picnics.

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